Colegio Latinoamericano 2019

El 26 de Septiembre es el Día de la Bandera del Ecuador y es cuando se ejerce el primer acto de responsabilidad y compromiso para con la Patria, doblando la rodilla, igual que ante Dios, para pronunciar con un beso las palabras “Sí Juro”. Este juramento se guarda en la mente y el corazón de los jóvenes y señoritas, que cursan el tercer año de Bachillerato y son los ciudadanos que bordean la mayoría de edad.


El Juramento a la Bandera significa amor, entrega y respeto a la Patria, a la tierra que los vio nacer y les dio todo lo que tienen y todo lo que son, para ir alimentando sentimientos de gratitud, unión y solidaridad, para alcanzar una buena formación, que les permita una vida digna y confortable en la familia y en la sociedad.


El Juramento a la Bandera permite una evaluación del paso por las aulas, desde las parvularios, que ponen los cimientos, hasta la culminación que les da una posición, que les nomina a abanderados y escoltas, según su esfuerzo, rendimiento y formación personal.


Que el juramento a la Bandera siembre en la niñez y juventud el deseo de ser siempre mejores, para alcanzar los honores de los primeros y en los padres de familia, que sea el incentivo de apoyo y soporte para que sus hijos lleguen al sitial privilegiado y que recuerden su momento, lo analicen y valoren sus logros y fracasos y los pongan como ejemplo.


Este acto cívico debe mantenerse presente en la memoria, para cuando haya que tomar decisiones se pueda valorar los actos buenos y realizarlos o no.


El Tricolor nacional debe flamear siempre en lo imaginario de los momentos de la vida, para que se lo pueda refrescar cuando aparezca algún calor dañino, que ofusque el buen pensar y sentir.


Dios y la Patria son parte de la vida, por tanto hay que formar una unidad, que no puede separarse, porque eso significa destrucción.